Archivos, Blog, Fotos, Fragmentos, Relatos, Textos

Renacimiento le llamaban

El día de su cumpleaños soñó que su padre sólo le regaló una marioneta, muy fea, muy triste, muy tosca. La niña no entendió por qué le regaló ese juguete tan feo y, posiblemente su padre tampoco supo muy bien por qué lo hizo, pero en esta historia no es importarte la tan consumida pregunta “¿por qué?” sino que pasaría con aquella marioneta, y la respuesta fue tan sencilla como corta: nada.

La niña no jugó nunca con ella, nunca salió de su baúl de juguetes, nunca conoció la cara de otro niño. Creció tan pegada a su mundo que olvidó a su feo juguete, que más que feo era realista. Pero su vida era una paradoja, una comparación entre su marioneta y ella, así que cuando le fue impuesta la obligación por no escoger la osadía, renació como un ave fénix. Y es que, cuando estaba hastiada y cansada de un mundo que no llegaba nunca a comprender, cogía su paraguas y se iba a pasear por las nubes un rato.

Así nació el renacimiento.

Autora:
Eva María Rabasa
Imagen:
Roberto Calatayud

 

No hay comentarios

You can be the first one to leave a comment.

Deja unas líneas...