El colectivo valenciano The Water Tapes, promotores de conciertos en directo en el cuarto de baño, pone una pica en Madrid con su programación en el centro cultural de arte avanzado espacio trapèzio.
«Cámara en mano, grabad vuestros arrebatos musicales en el wáter, o grabad a vuestros amigos y amigas y nosotros lo difundiremos hasta crear la biblioteca musical más gamberra y musicalmente diversa del planeta earth». Con esta llamada a la ruptura de las convenciones y al albedrío del directo, el colectivo valenciano The Water Tapes suma tres años registrando conciertos de grupos amateurs y consolidados, locales, nacionales e internacionales en el espacio íntimo de un retrete. Ante sus objetivos, en baños diversos, han tocado, entre otros, Nada Surf, El Gran Wyoming, Robyn Hitchcok, y Dover.
Hoy, viernes, irrumpen con su invitación a reconocer el aseo como un espacio de performance único, en Madrid. El centro cultural de arte emergente del Mercado de San Antón espacio trapèzio los ha programado esta tarde a las 20 h. La propuesta consiste en una presentación de la iniciativa, la proyección de una videoplaylist de sus trabajos y un concierto acústico de la formación madrileña Pupila.
«The Water Tapes ha reivindicado el excusado como un espacio performativo, artístico y musical donde los músicos se expresan de una manera original y auténtica, sin artificios. Sus grabaciones no buscan el virtuosismo, sino el evento irrepetible, la performance«, argumenta la coordinadora general del espacio, Miriam Estrada.
Una noche de verano en el Café El Negrito del Barrio del Carmen de Valencia, un grupo de músicos ambulantes de jazz, una pequeña contribución a su arte y un Iphone de primera generación. La conjunción de estos elementos desembocó en la primera Water tape, que va a ser exhibida en la cita de esta noche. «A partir de ahí, brota la idea de generar un espacio de performance único tomando el wáter como templo de la creatividad y punto de partida para que las ideas surjan y las bandas de música se expresen», rememoran sus promotores.
Actualmente, el colectivo está conformado por cuatro miembros, cuyos nombres son variaciones dispares de Juan y Vicente: Juanvi Martínez, Vicente Rodríguez, Vicente Bonillo y Juan Pardo. El cuarteto se autodefine como «unos trovadores de lo desconocido en busca de un Shangrila donde la fealdad y la belleza se confuden en un baile en espiral sin principio ni fin». Vamos, lo que toda la vida se ha llamado wáter, pero con una aureola artística.
Pero, ¿por qué el aseo? «El baño, junto al lecho, es el centro de la casa. Las palabras sobran, las guitarras lo saben. De hecho, los músicos siempre destacan la buena acústica de este cuarto», esgrimen sus idearios.
No siempre lo han entendido así los representantes de las formaciones a las que han tentado con la propuesta. «Los músicos siempre están encantados de meterse en el wáter con nosotros, son los intermediarios los que terminan fastidiando el asunto a veces. Aunque en otras (caso de Bigott, por ejemplo) todo han sido facilidades».
Entre los hitos de The Water Tapes, sus responsables destacan, en términos de calidad musical, a Mujeres, Tórtel, Soledad Vélez y Jesus de Santos, y Jane Joyd, y en el nivel de la performance, la grabación de Mr. Perfumme. En cuestión de repercusión, Dover les han procurado, en dos semanas, más de 70.000 visitas. Pero prefieren destacar el trabajo de los alumnos de 1º de Bachillerato del IES Ollos Grandes, quienes grabaron una versión de “Back Door Man”, de The Door, que han destacado en la sección DIY de su web.
Entre las aspiraciones futuras, incorporar a la iniciativa a Tom Waits y a Franco Battiato, quienes hasta el momento se han resistido, «pero como dijo William Shakespeare, no son las estrellas las que determinan nuestro futuro, sino nosotros mismos”. Igualmente irrealizable y viral, es su intención de desarrollar una variación erótico festiva de las Water Tapes. «Desde luego, tendríamos muchas más visitas. El ser humano, como Hitchcock, es vicioso».
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