
Inocencia quebrada.
Los niños jugaban en aquella plaza parisina, tal vez un poco melancólica, debido a ese acre sabor a nada que algunos callejones parisinos rebosan …
Los niños jugaban en aquella plaza parisina, tal vez un poco melancólica, debido a ese acre sabor a nada que algunos callejones parisinos rebosan …
Cantó una noche el alma del vino en las botellas: «¡Hombre, elevo hacia ti, caro desesperado, Desde mi vítrea cárcel y mis lacres bermejos, …