En un mundo donde se supone que debemos trabajar y jugar duro, a menudo es difícil dar un paso atrás y ver las cosas en perspectiva. Pero cuando lo haces, aprendes a ver las cosas de manera diferente. Con sus pinturas que desafían la gravedad, la ilustradora española Cinta Vidal hace precisamente eso; Ella te obliga a acercarte a lo cotidiano desde un nuevo ángulo.
Junto a su trabajo personal, usted trabaja en escenografía también – ¿cómo esto, si es así, ha influido en su trabajo personal?
Mi trabajo en el taller de escenografía me ha influido mucho. La escenografía es un trabajo que se centra más en los espacios que en las personas. También juega con la luz y la perspectiva con el fin de crear ambientes habitables. Inconscientemente heredé todos estos elementos y creo que esto se puede ver en mis pinturas, donde el protagonismo es desempeñado por los espacios más que por las personas que los habitan.
¿Por qué empezaste a hacer estas ‘construcciones sin gravedad’?
Siempre llevo un cuaderno conmigo y dibujo constantemente. Hace unos años empecé a jugar con la gravedad para representar los diferentes puntos de vista que todos tenemos del mundo. A menudo vivimos cerca uno del otro pero tenemos una percepción muy diferente de nuestro entorno. Esto es lo que intento representar cuando juego con la gravedad.
Parece que pintas escenas domésticas. ¿Qué hace que estas escenas sean interesantes de poner en una perspectiva diferente?
Me gusta dar valor a todo lo que está relacionado con la vida cotidiana. Creo que a menudo no le damos el valor que realmente tiene. Todos vivimos nuestra rutina diaria de una manera diferente, y es por eso que trato de crear diferentes escenas desde diferentes perspectivas. La idea de estar físicamente cerca pero mentalmente lejos siempre me ha interesado, y no lo considero una situación extraordinaria, sino algo que está sucediendo constantemente en nuestra vida cotidiana.
No he encontrado ningún otro animal en tu trabajo que los gatos. ¿Cuál es el papel de los gatos en su trabajo?
Mi familia siempre ha tenido gatos y ahora tengo dos viviendo conmigo. Estoy fascinada por su elegancia y su actitud observadora. Me gusta hacerlos aparecer en mis pinturas como una especie de observadores privilegiados y misteriosos.
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