Aquel silencio que te pedí prestado y que
después olvidé devolver,
sin querer.
O queriendo.
Las palabras pueden sonar huecas.
Las promesas se pueden romper.
Pero la piel… la piel nunca miente.
Aquel silencio que te pedí prestado y que
después olvidé devolver,
sin querer.
O queriendo.
Las palabras pueden sonar huecas.
Las promesas se pueden romper.
Pero la piel… la piel nunca miente.
1 comentario
Natalia
Brillante! Igual que en la foto se me pusieron los pelos de punta sólo de leerlo.