Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres…
¡esas… no volverán!.
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día…
¡esas… no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido…; desengáñate,
¡así… no te querrán!
Gustavo Adolfo Bécquer | Los Poetas
Óleo sobre cartón piedra:
Vicente Palmaroli | Google Art Project
Las golondrinas son putas
Que raro.
Quien iba a pensar
que unos minúsculos
animalitos
tuvieran el descaro de no regresar.
No volvieron.
A veces pienso
y me detengo inútilmente
recorriendo el lugar.
La masoquista necesidad
del recuerdo.
Las golondrinas son putas
y la ventana
llena de avisos
nada más.
Los años pasan
coqueteando con el reloj de la barra
recorrriendo
tristemente
el redondo círculo lunar.
El minúsculo segundero
de ruinosa oscuridad oxidado.
Las golondrinas son putas
no adornaron la ocasión.
Yo que vestí de frac mi esperanza
temeroso reservando tu lugar.
Sirenas lloran.
El circulo neón murmura
invitándome a pasar.
Las golondrinas son putas.
Y este bar bulle de hastío
nada más…
Sinuhé | Mundo Poesía
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